MANUEL SÁNCHEZ PARRA

Artesano de Artifex

Tres décadas de pura pasión

En el carnaval de Cádiz, en su artesanía, a veces, las cosas, las grandes, suceden por ‘casualidad’. Extraordinarias ‘alineaciones de planetas’ que hacen que la fiesta ‘aliste’ a profesionales que, como es el caso, están llamados a engrandecerla.

Casualidades carnavalescas que, hace ahora tres décadas, hicieron que,  con la referencia de uno de los grandes pioneros de la artesanía de l​a fiesta local, Manuel Peinado, ‘naciera’ quien estaba llamado a, con sus tipos y atrezos, dar vida a agrupaciones de auténtico culto. 

“Lo cierto es que todo esto surgió por casualidad. Yo estaba en esa época en Bellas Artes, en Artes Aplicadas, y comencé a realizar figuras de barro con tipos de carnaval. Gustaron mucho y, fruto de ello, un amigo mío me propuso realizar la escenografía de su agrupación, la comparsa juvenil ‘Bambú’.  

La experiencia me gustó y, a partir de ese momento, me sumergí en un universo que, definitivamente, ha marcado gran parte de mi vida, personal y profesional”. 

 En aquellos tiempos, “hablamos de 1995”, en el escenario del Gran Teatro Falla marcaban el paso agrupaciones tan de quitarse el sombrero como el coro ‘El Pregón’, de Julio Pardo y Antonio Rivas; la chirigota ‘Los lacios’, del Selu; la comparsa ‘Los charrúas’, de Joaquín Quiñones y Pepe Martínez, y el cuarteto ‘Este trío es un caso’, de Juan Manuel de la Calle e Ismael Campos. 

 “Recuerdo que también comencé a trabajar en el tema de las carrozas con el inolvidable Manuel Peinado, quien, como se suele decir, acabó de  meterme el veneno del carnaval en el cuerpo. Fue una experiencia muy enriquecedora y, a su vez, determinante para mi formación como artesano de la fiestacarnaval”.  

“Me adentré en el tema de los materiales y fui conociendo las distintas técnicas, que, obviamente, han sufrido una extraordinaria evolución a lo largo de estas tres décadas de labor artesanal”. 

“Si bien es cierto que a nivel de ejecución era todo más difícil, también había menos competencia. Apenas había dos empresas que se dedicasen a la artesanía de la fiesta; mientras que ahora hay ochenta”. 

Su buen hacer, creatividad y espíritu de superación para procurar que atrezos y tipos contribuyesen a que las coplas de las agrupaciones traspasaran las mágicas fronteras del Gran Teatro Falla hicieron que Manuel Sánchez y su empresa, Artifex, se convirtiesen en ‘artistas de cabecera’ de un gran número de ilustres agrupaciones. 

“Para mí es un orgullo poder decir que, por nuestro trabajo, nos hemos ganado la confianza de casi todos los autores de los últimos tiempos del Carnaval de Cádiz. Hablo de Antonio Martín, Martínez Ares, Jesús Bienvenido, Quino, Love, Canijo de Carmona y tantos otros”.

Confianza que no tardó en llegar, ya que, “en apenas tres años, pasamos de hacerle el decorado a un amigo en plan compadre a realizarlos para las agrupaciones del Love, ‘Los Juancojones’ (1998),  y de los Carapapas, entre otras”.

Treinta años en los que Manuel Sánchez ha vivido de todo, “mucho bueno”, y que, en lo artístico, han estado marcados por esos trabajos que para él y también para el Carnaval de Cádiz, su escenografía, han marcado un antes y un después. 

“Uno de esos decorados que guardo muy adentro es el que hicimos para la comparsa ‘La niña de mis ojos’ (primer premio en 2001), de Martínez Ares. Se ambientó en un rincón que para mí, que vivo en el barrio del Pópulo, tenía una gran carga sentimental, la Iglesia de Santa Cruz. Yo me crie ahí de chiquillo y cuando Antonio me contó la idea de lo que quería, le propuse inmediatamente ese rincón”.

 “Asimismo, tengo un recuerdo muy especial de la comparsa ‘La bella escondida’ (tercera en el concurso de 2006), de Luis Rivero. Nos sentimos muy orgullosos”. 

“Aunque sé que somos profesionales de un arte que es efímero, son los dos decorados que más trabajo me ha costado destruir”.

 “A veces”, señala con nostalgia, “a todos los que nos dedicamos a esto, y creo que también a los aficionados, nos gustaría retener y disfrutar de nuestros trabajos para siempre; pero es imposible”. 

“Esta es una de las renuncias que debemos asumir los artistas del carnaval. Que se suma a otras tantas particularidades, como es el escaso tiempo del que disponemos, la presión con la que trabajamos o que, desgraciadamente, la fiesta no dé para más de tres o cuatro meses de sustento”.  

No obstante, su extraordinario trabajo artístico, experiencia y profesionalidad le han llevado a trabajar  en otros escenarios, “en mi caso el teatro, la decoración de locales, esculturas, etc.”. 

“Quienes nos dedicamos a este mundo del carnaval”, subraya Manuel Sánchez, “lo hacemos porque nos gusta mucho nuestro oficio; de ahí que sea muy importante que se reconozca esta labor artesanal. Trabajo creativo que, no lo olvidemos, es uno de los grandes valores de nuestra fiesta y al que, por tanto, se le debe dar su sitio y mérito”. 

¿Sabías que...?

Artifex ha participado de cinco agujas de oro: los coros ‘Los mendas lerendas’, ‘Los imprescindibles’, ‘Los irracionales’, ‘Los dictadores’ y ‘El amanecer’.